El Armagedón es incompatible con un Dios amoroso. Armagedón, la guerra de Dios contra todo lo malo, será una guerra sin víctimas inocentes.
- “Y vi el cielo abierto, y, ¡miren!, un caballo blanco. Y el que iba sentado sobre él se llama Fiel y Verdadero, y juzga y se ocupa en guerrear con justicia.” (Revelación 19:11)
Todos anhelamos la justicia, sobretodo cuando sabemos que nos la merecemos porque sabemos que somos inocentes. Un Dios justo no castiga al que no se lo merece, por lo tanto una guerra justa, solo será el fin de los que se lo merecen.
Esta guerra tampoco dejará horribles secuelas, ni causará pesadillas recurrentes ni heridas psicológicas. El nuevo mundo de Dios encajará con el cuadro profético de Isaías 65:17-19:
“Las cosas anteriores no serán recordadas, ...y ya no se oirá más ...el sonido de llanto ni el sonido de un lastimero clamor”.
A todos los que en el pasado fueron víctimas de la guerra y la violencia asesinas por simples razones egoístas humanas incluso los muertos, les beneficiará esta guerra deacuerdo con la profecía de la resurrección. La esperanza que ofrece la Biblia es la clave para hacer frente a las secuelas de la guerra actual. Todos los que han pasado por el trauma de la guerra pueden beneficiarse de tal esperanza.
Porque él librará al pobre que clama por ayuda,
también al afligido y a cualquiera que no tiene ayudador.
Le tendrá lástima al de condición humilde y al pobre,
y las almas de los pobres salvará.
De la opresión y de la violencia les redimirá el alma,
y la sangre de ellos será preciosa a sus ojos.
Salmo 72: 12-14
