Hay escritores que afirman que el canon bíblico en concreto el de las escritura Griegas o NT se determino siglos después de ocurridos los hechos y que los libros que lo componen fueron elegidos por la iglesia controlada por el emperador Constantino, pero eso es otra gran mentira de la humanidad.
El profesor de historia Eclesiastica Oskar Skarsaune explica: “La decisión sobre que escritos deberían formar parte del Nuevo Testamento no fue tomado por ningún concilio Eclesiástico ni por un solo individuo… El criterio era muy abierto a la vez que sensato. Los escritos del siglo l que se consideraban producto de los apóstoles o de sus colaboradores se tenían por dignos de confianza. Otros documentos, cartas o “evangelios” que se escribieron MAS TARDE no fueron incluidos… Este proceso estaba prácticamente completo mucho tiempo antes de que Constantino instituyera su iglesia del poder. Fue la iglesia de los mártires, no la iglesia del poder, la que nos lego el Nuevo Testamento”.
Ken Berding, experto e las Escrituras Griegas Cristianas dice: “La Iglesia no estableció un canon de su elección; es mas acertado decir que la Iglesia reconoció los libros que los Cristianos desde siempre habían considerado parte autentica de la Palabra de Dios”.
El profesor de historia Eclesiastica Oskar Skarsaune explica: “La decisión sobre que escritos deberían formar parte del Nuevo Testamento no fue tomado por ningún concilio Eclesiástico ni por un solo individuo… El criterio era muy abierto a la vez que sensato. Los escritos del siglo l que se consideraban producto de los apóstoles o de sus colaboradores se tenían por dignos de confianza. Otros documentos, cartas o “evangelios” que se escribieron MAS TARDE no fueron incluidos… Este proceso estaba prácticamente completo mucho tiempo antes de que Constantino instituyera su iglesia del poder. Fue la iglesia de los mártires, no la iglesia del poder, la que nos lego el Nuevo Testamento”.
Ken Berding, experto e las Escrituras Griegas Cristianas dice: “La Iglesia no estableció un canon de su elección; es mas acertado decir que la Iglesia reconoció los libros que los Cristianos desde siempre habían considerado parte autentica de la Palabra de Dios”.